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ARTICULO: LA CALIFICACIÓN DE OBRAS CINEMATOGRÁFICAS

Una herramienta de protección y garantía de derechos

Por Alfredo Nuñez y Susana Zuccotti

La Comisión Asesora de Exhibiciones Cinematográficas (CAEC) trabaja en el marco del Instituto Nacional del Cine y Artes Audiovisuales. Su labor es la de calificar películas para su exhibición pública..

En la república Argentina mediante la Ley 23.052 del año 1984, se crea la CAEC, Comisión Asesora de Exhibiciones Cinematográficas, en el marco del INCAA, Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. Este sistema de calificaciones de películas posee la capacidad de “Advertir” al público, ante situaciones que podrían afectar o vulnerar la sensibilidad del espectador frente a un producto audiovisual.

Con la sanción de la ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, más la sanción de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, se genera un nuevo marco a partir del cual, es posible entender la comunicación audiovisual y su relación con la niñez y la adolescencia.

El reconocimiento y la ampliación de derechos, marcaron el rumbo a partir del cual se proyecta la construcción de un panorama audiovisual, más democrático, plural e inclusivo enmarcado en el respeto a los derechos humanos.

Por ello a partir de este nuevo contexto, es posible resignificar el procedimiento de calificación de obras cinematográficas, como un mecanismo de promoción y de protección de Derechos de la niñez y la adolescencia reafirmando el Estado su rol de impulsor y promotor de políticas de infancia.

La comisión está integrada por representantes de los organismos competentes del Estado en lo que se refiere a cultura; educación y protección de la infancia, la adolescencia y la familia; la SENAF, por tanto, forma parte de la CAEC.

¿Por qué es necesario este rol de Estado? Es importante tener en cuenta la influencia que el mensaje audiovisual tiene en el psiquismo de los niños en desarrollo, es sabido que el impacto producido por la misma, tiene proyección a corto plazo (pesadillas nocturnas, miedos, fantasías), y a largo plazo, ya que es sabido que los niños con más dificultades, han sido expuestos a mayor exposición de imágenes con alto contenido de violencia.

El contexto de una sala cinematográfica tiene características especiales y diferenciadas en referencia a otros contenidos visuales. La oscuridad de la sala, la intensidad del sonido, el hecho que no pueden irse de allí, hace que resulten especialmente vulnerables como espectadores. Sobre todo si nos referimos a niños entre cuatro y seis años, edad en la cual todavía no pueden ver a los protagonistas de las películas como actores, sino que se identifican con la ficción vivida por los pares – actores, como si esto ocurriera en la realidad. No les pasa a los actores, les pasa a ellos, es por esto los efectos que se producen a posteriori.

En los púberes y adolescentes el acento se pondría especialmente en las conductas factibles de ser imitadas, ya que lo que prima son las conductas imitativas, en momentos que todo es novedoso y didáctico. Si lo que se exhibe es transgresor y coincide con las características de la edad de los espectadores, es importante la compañía de un adulto que pueda poner palabras a tales acciones.

Por ello el objetivo de la calificación de películas, es promover y proteger los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, como así la de brindar información a un usuario adulto sobre las características de las obras cinematográficas disponibles, para que puedan decidir sobre su consumo.

Las obras son calificadas tal y como se presentan ante el INCAA. Sin ningún tipo de censura. Ninguna obra es retirada del mercado, ni sufre modificación alguna por parte de la CAEC. Excepto que contenga representaciones de menores de 18 años dedicados a actividades sexuales explicitas o toda representación de sus partes genitales con fines predominantemente sexuales explícitas, en cuyo caso los/las calificadores, deberán realizar la denuncia correspondiente tal como establece el artículo 128 del Código Penal.

Alfredo Nuñez es Licenciado en Periodismo, y Susana Zuccotti es Licenciada en Psicología. Ambos pertenecen a la CAEC