Taller sobre Consumo Problemático de Drogas en Santiago del Estero
La capacitación de consumo problemático de drogas en adolescentes, estuvo a cargo del Lic. Carlos Caballero y del Lic. Fernando Merlano. La jornada tuvo una duración de 12 horas divida en dos días, lunes 28 y martes 29 de Mayo. Al encuentro, asistieron los promotores sociales que trabajan con familias en situaciones de vulnerabilidad de algunos barrios de la Capital de Santiago Del Estero. La jornada se desarrolló en la sede de la Cámara de Comercio e Industria.
Sin dudarlo, el tema del consumo problemático de drogas es un enigmático cuestionamiento que atraviesa a toda la sociedad. Existen varias etiquetas o discursos instalados en la sociedad, para establecer barreras con los jóvenes que consumen. Para algunos “son pecadores” o «delincuentes»; para otros “son todos unos vagos ” o “chicos que nunca podrán cambiar”. Más allá de los prejuicios, estas expresiones permiten tener un panorama general de cómo se percibe esta problemática en la sociedad. Sin embargo, este planteamiento refuerza el rechazo e impide buscar soluciones.
Lo que generan estos discursos de indiferencia y malestar, es el impedimento del diálogo y del pensamiento crítico con las personas afectadas por esta situación. Para arrojar luces sobre este problema, vale aclarar que tener un consumo problemático de drogas no te hace drogodependiente, sino que son entidades diferenciadas y cada una con características propias. En efecto, una persona que llega al punto de ser drogodependiente de una sustancia lícita o ilícita, ve su vida atravesada por la dolencia en todas sus esferas. Por otro lado, el consumo problemático de drogas hace referencia a un comportamiento de consumo que genera displacer y problemas en algunos escenarios de la vida de la persona.
¿Es realmente el consumo problemático de drogas una situación de la que no se puede salir y para la cual no hay intervención?
Este fue el interrogante clave sobre el cual tuvimos la oportunidad de dialogar en la jornada. Surgieron muchas preguntas y apreciaciones que se pudieron problematizar; los aprendizajes compartidos no fueron unilaterales. Siendo el grupo una comunidad de actores no expertos en el tema, pero preocupados y atravesados por esta problemática, la construcción del conocimiento se llevó a cabo teniendo en cuenta los lugares y saberes de cada uno. Compartir esta experiencia con tanta gente entusiasmada fue muy motivante, porque cada uno buscó dar un nuevo sentido a esta situación. La conclusión más importante fue que realmente se puede trabajar para mejorar las condiciones de las familia y de los jóvenes, por los cuales realmente se puede y debe hacer mucho, si se creen en ellos y en los actores sociales como promotores del cambio social.
Para más información sobre nuestros programas de prevención de adicciones, hacer click aquí o escribir a ccaballero@ges.org.ar.